«Y allí estabamos las tres, en Gravidity Bank, una clínica privada de criopreservación y de disimulo: lo único que buscaban era sacarnos dinero a costa de la frustración que nos genera el tiempo que pasa,  la juventud que se escurre, la vitalidad en vías de extinción, todo esto condensado en la degradación de nuestros óvulos».

La contrafábula es una novela corta de Vanesa Diambra sobre la réplica de una fiesta para neutralizar un rumor antes de que se propague por la Buenos Aires de hoy, un mundo en sí misma. Aunque el plan, por supuesto, no solo que falla, sino que complica a las protagonistas y pone a prueba su sororidad, da pie a la exploración de temas actuales y candentes alrededor de la maternidad, más que un fenómeno físico con implicancias morales.

Male, Sole y Muriel son tres amigas solteras y treintañeras que comparten sus inquietudes laborales, sentimentales y sexuales, y que inician juntas un tratamiento para congelar sus óvulos. Al mismo tiempo, Muriel consigue una beca para estudiar fuera, Sole inicia una relación homosexual, Male queda embarazada y el Congreso debate la despenalización del aborto. De esta manera, la novela permite a los lectores ponderar en primera persona varias ramificaciones de la maternidad en el contexto presente: evitarla, aplazarla, interrumpirla, legislarla, asumirla, compartirla, e incluso lucrar de ella.

La escritura de Diambra nos lleva de los acontecimientos a los recovecos de la conciencia mediante saltos temporales e imágenes ondulantes del mar y del movimiento felino. Así, el estado psicológico de Malena, la narradora, oscila permanentemente entre posibilidad y certeza, entre los discursos pro-vida que escribe por encargo y su convicción personal, entre la libertad y la aceptación, entre ser madre sola o con Elián… Siempre un poco extraña en su propio cuerpo de mujer y ante lo imprevisible de la vida.